con el agua del limón,
que se me va la poesía
con el té del corazón.
Un día entré en un café,
dijeron que solo tenían té
y entonces me marché.
¡Ay que se me va la poesía
con un enorme chaparrón!
¡Ay que se me va la poesía
por un agujerón!
No hay comentarios:
Publicar un comentario